Palma de Mallorca, un mundo por descubrir

La capital de la isla de Mallorca, Palma, es una ciudad de excepción, ubicada en la parte occidental del Mediterráneo y en el suroeste de la misma isla, ofrece todo un mundo de experiencias y espacios de gran belleza que merece la pena descubrir y disfrutar.

Aunque toda Mallorca es reconocida internacionalmente por la excelente calidad de sus playas y los entornos naturales que posee, Palma de Mallorca es digna representante de todo lo que esta isla ofrece al turista. En este lugar habrá que elegir entre quedarse tumbado apaciblemente en alguna de sus playas, dejando el tiempo pasar, o descubrir sus muchos secretos, paseando y disfrutando de un increíble patrimonio cultural, junto a un ambiente agradable y acogedor.

Las opciones son abundantes y todas igualmente atractivas. Los planes en Palma de Mallorca no dejarán indiferente a nadie. En este sentido, es recomendable descubrir la ciudad con un free tour como los que se organizan en Mallorcafreetour.com, rutas que permiten ver la ciudad desde diferentes puntos de vista, todos igual de interesantes y atractivos.

Foto por sergeigussev

Qué ver en Palma de Mallorca

Estos son los lugares que no se deben dejar de ver en una visita por la ciudad de Palma.

El castillo de Bellver

La primera parada es la fabulosa fortaleza del castillo de Bellver. Una atalaya defensiva algo alejada del centro urbano y que puede servir como punto de referencia para contemplar toda la zona, ya que se ubica en lo alto de una colina. A más de 100 metros sobre el mar, resulta un lugar de excepción gracias a sus impresionantes vistas panorámicas. Además, en su interior, se encuentra un interesante Museo de Historia. Desde sus murallas se pueden apreciar maravillosas puestas de sol.

La Catedral de Mallorca

Posiblemente, uno de los edificios más impresionantes de todo Mallorca. Se trata de un templo de estilo gótico de inusitada belleza arquitectónica. En el interior de la estructura gótica, habrá que dejarse sorprender con el juego de luz y color que proyectan los rayos de sol a través de sus ventanas y rosetones, entre los que se encuentra el rosetón gótico más grande del mundo. Por sus impresionantes columnas de 21 metros de altura, y por que fue el mismísimo Antonio Gaudí quien realizó las reformas a principios del pasado siglo, merece la pena descubrir este bello monumento.

Los patios mallorquines

En el paseo obligado por las calles de Palma de Mallorca se va a tener la suerte de descubrir en cualquier rincón alguno de los muchos y elegantes patios mallorquines. Se trata de espacios llenos de frescor, paz y armonía. Todos son especiales en sus diferencias, por lo que es recomendable conocerlos todos. Se localizan en las calles Estudi General, Morey, Portella y Sol, sobre todo.

El palacio Real de la Almudaina

Es este otro edificio histórico que hay que visitar. Se localiza muy cerca de la Catedral, considerado emblemático por ser símbolo del poder durante siglos. No en vano pasaron los árabes y los miembros de las cortes reales españolas. A día de hoy, sigue recibiendo a los miembros de la familia real.

El barrio judío

De nuevo, al pasear por sus calles se llegará al barrio que en el siglo XIII llegó a tener hasta 5.000 judíos, con lo que se deduce la importancia de esta judería a nivel nacional. Este barrio se extiende por la Plaza Santa Eulália y Porta d´es Camp. Espacios entre los que se encuentran rincones exquisitos, como los jardines de Can Fontirroig, y monumentos como la Iglesia de Montesión o la Torre de l´Amour.

Las playas de Palma de Mallorca

Para finalizar este breve repaso de las cosas que hay que ver y disfrutar en la capital de Mallorca, hablemos ahora de sus playas, posiblemente, para muchos, entre los principales reclamos que ofrece al turismo esta idílica ciudad mediterránea.

Se hace complicado llevar a cabo una selección de sus mejores espacios playeros, pues es común la calidad de unas aguas limpias y de color turquesa que baña un litoral con más de 260 tramos de arena. En cualquier caso, estas son las que hay que conocer para disfrutar de un baño en sus aguas.

Playa de Palma

Ubicada en la costa este, este arenal de 5 kilómetros de extensión es el más grande de la capital. Desde Can Pastilla hasta S´Arenal, un inmenso espacio de arena blanca recibe aguas calmas y claras, especialmente destinado a familias con hijos pequeños.

Ciudad Jardín

Una playa extensa con todo tipo de instalaciones turísticas, servicios a los bañistas y a las familias, ya que las aguas tienen poca profundidad y es bastante habitual que haya niños pequeños en esta playa.

Playa Can Pere Antoni

Con unas excelentes vistas de la Catedral, se llega hasta esta playa de 800 metros de arena blanca por carriles bici que cruzan su paseo marítimo. Un buen lugar para nadar o practicar deportes acuáticos o simplemente disfrutar del sol.

Dos calas que también deben conocerse son Cala Estancia, bien protegida de oleajes y viento por los espigones que la rodean, y Cala Mayor, también muy resguardada, pero que es en sí misma un complejo turístico cercano a la capital.