Ibiza: cuando una pequeña isla es también un universo

Con más de 3 millones de turistas anuales, la mayor de las Pitiusas ha atraído siempre todas las miradas. Un paraíso que, más allá de su belleza, esconde una apasionante historia que es también preciso conocer. Aunque, para ello, debamos antes planificar un poco nuestro viaje para no perdernos nada en nuestra visita al cielo en la tierra.

Evita contratiempos planificando tu viaje

Cualquier tipo de viaje, además de ganas, exige un poco de organización. Y, con su gran repertorio de actividades, paisajes y lugares de interés por visitar, viajar al paraíso en la tierra que es Ibiza no es para menos. Si bien muchos optan por alquilar una moto o un vehículo ligero para recorrer toda su costa, la verdadera realidad es que la mayor de las Pitiusas esconde muchos rincones mágicos. Por supuesto, hacer un alto en cada una de sus calas es casi obligatorio. Pero también debemos tener en cuenta otras posibilidades que nos ofrece la concurrida isla. Razón por la que siempre viene bien tener un plan de ruta adecuado según la naturaleza de nuestro viaje.

Evidentemente, ir por libre y dejarnos llevar por la intuición siempre es una buena opción para descubrir Ibiza. Sin embargo, y a menudo, algunas de las zonas más increíbles no son del todo turísticas, por lo que podríamos no encontrarlas y habernos perdido una gran oportunidad. En relación a ello, también deberemos tener en cuenta cuál es el alojamiento más idóneo para nuestro viaje. Por ejemplo, encontrando algunos como la cadena Blauparchotels.com como una opción muy celebrada entre los huéspedes, siendo óptima la opción de alternar entre hotel y apartamento para conseguir una mayor cobertura y abordaje de Ibiza durante nuestra estancia.  

Lo más importante: dónde alojarse en Ibiza

Con más de 3 millones de turistas anuales y más de 100 hoteles, hallar un lugar donde alojarse en Ibiza no debería ser demasiado difícil. No obstante, lo más recomendable es escoger un alojamiento cercano a los puntos de mayor interés que hayamos planeado visitar. Esto nos ahorrará muchísimo tiempo para acudir a éstos durante los primeros días tras nuestra llegada y, tras ello y dado el tamaño de la isla, convertir el lugar de estancia como base de operaciones para el resto de rutas. Pero, además de su ubicación, existen otros elementos que nos pueden ser de gran ayuda para completar y complementar nuestro viaje del modo más viable posible.

A sabiendas de que muchas calas podrían estar abarrotadas en algún momento, elegir un hotel con piscina puede salvarnos de la masificación cuando no podamos hallar tranquilidad en una playa. Además, nuestro cuerpo seguramente pedirá un agua más dulce tras la sequedad que provoca la sal. Del mismo modo que un hotel puede ofrecer una tranquilidad distinta para descansar tras cada aventura. Por no hablar de que sus trabajadores, muchos de ellos ibicencos, podrían darnos algunas pistas e indicaciones para acudir a lugares sólo concurridos por autóctonos. Una opción maravillosa para abordar Ibiza de un modo completamente diferente al del turista convencional.

Todo un universo aún por descubrir

La mera evocación de su nombre instala en nuestro imaginario un recorrido onírico a través de calas y playas de ensueño, cuya belleza embelesadora para la edad de cualquier mirada tan sólo compite con el recuerdo de las célebres fiestas ibicencas. No obstante, Ibiza no es tan sólo una isla con un paisaje de infarto y piedra angular del desenfreno musical al que tantos jóvenes acuden. La realidad es que Ibiza dispone de un fantástico ecosistema histórico que, más allá de su arquitectura en los núcleos más antiguos, abarca lapsos temporales que se remontan a la Edad de Bronce, aunque encontrando en el 654 a.C. su población por parte de los cartagineses.

Es por ese motivo que nunca hay que desechar la opción de combinar nuestra ruta paisajística con un viaje en el tiempo a través de la interesantísima historia de la isla. De hecho, ¿sabías que el término Pitiusas hace referencia a la denominación por parte de los antiguos griegos como “lugar de pinos”? En suma, y para entender su variedad histórica, por Ibiza han pasado no sólo cartagineses, sino también griegos, piratas, romanos, bizantinos y musulmanes. Un vergel de culturas que convierten la historia de la isla en una apasionante aventura de importantes cambios, cuyo acceso hallamos tanto a partir de itinerarios históricos como de completísimos museos.  

Un reclamo imperecedero: la naturaleza ibicenca

El laberinto histórico de Ibiza tiene siempre una imbatible competidora y compañera: una naturaleza convulsivamente bella. A lo largo de la isla podemos realizar todo tipo de actividades al aire libre, que van desde los simples recorridos entre cala y cala hasta el senderismo, paseos en bici o a caballo e incluso espeleología. Desde la Reserva Natural de Es Vedrà en Sant Josep de sa Talaia y hasta las Cuevas de Can Marçà en Port de Balansat, no es difícil sucumbir a su clara condición de paraíso.

Más aún, si añadimos al paquete actividades de esnórquel y buceo en un entorno submarino de gran biodiversidad. Encontrando también, en caso de que queramos bajar la velocidad y disfrutar un poco del silencio, incluso rutas enológicas y gastronómicas de gran interés y para toda la familia. Porque, al fin y al cabo, el contenido de esta isla incomparable, de un incontestable magnetismo, tiene mucho que ver con aquel refrán de que “el buen perfume se vende en frasco pequeño”.